miércoles, 7 de diciembre de 2011

Clamor Por Dios


Mirando al Cielo

 
Clamor Por Dios
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?       Salmos 42:1-2

Si hay algo que no se ve hoy en día es el clamor por Dios, clamor por conocerlo, por verlo, por entenderlo, adorarlo, venerarlo, amarlo, tenerlo, recibirlo, predicarlo, enseñarlo, mostrarlo. No hay sed de Dios, de vivir como Dios, de amar a Dios. Estamos en tiempos donde la espiritualidad de una persona se mide por su apego a ciertos temas místicos, por su amor a los animales, que desea la paz mundial y terminar con el hambre y sienta cierta inclinación por los temas ecológicos; que tiene comprensión con todos y en todo, aceptación y una alta tolerancia aun de lo que no le gusta, sin decir nada indebido ni en contra; que asiste regularmente a una iglesia o prototipo de iglesia y que no estorba nada ni a nadie. ¡Un pan de Dios!
También se mide la espiritualidad de una iglesia según sus programas; a más programas, más entretenido y “espiritual”. Una iglesia que pone mucho empeño en entretener a la gente con mensajes dinámicos, con mucha “adoración” musical, obras, show y el tiempo justo de la Palabra de Dios para no aburrir el oído e ir más allá de la distracción, para volver nuevamente a la parte entretenida, yéndoseles el culto en eso. “Claman” gritando y revolcándose en sus días de oración, formando reuniones desesperantes, convencidos que así Dios los oirá… eso es para ellos “clamar”, eso los hace mas “espirituales”.
Por otro lado hay iglesias que tienen buenos estudios bíblicos desde el púlpito, tremendos mensajes llenos de conocimientos, cabezones eruditos entendidos en los temas más escabrosos de las escrituras, pero con muy poco de verdadera vida espiritual, casi nada de verdadero cristianismo, de grados tan bajos en verdadera madurez y espiritualidad y de poco ejemplo a seguir, estériles espirituales… pero para muchos, estos son los espirituales del día de hoy.
Nunca estuvo tan bajo el nivel espiritual de los llamados cristianos comparados con los cristianos de siglos anteriores. Todo avance tecnológico, medico, filosófico y religioso, nos ha traído mas decadencia espiritual que un mejor nivel de apego a Dios a su moral y su ley. Hoy a lo malo llaman bueno y a lo bueno malo. La pregunta de Cristo “¿Hallará fe en la tierra?” (Lucas 18:8) para cuando venga, terminó siendo una certeza. No hay fe, mucho menos clamor o verdadera oración. Hoy no se tiene real sed por estar en la presencia de Dios limpia y santamente. Casi no se encuentran esos verdaderos hombres de Dios, “apegados al cielo”, en una relación intima con el salvador; ni se ven esas mujeres piadosas que describen las Escrituras o nos cuenta la historia, grandes oradoras y servidoras de la iglesia, de sus hogares, de la patria.
Ciertamente debe haber un remanente. siempre los hay, pero ¿Dónde Señor?... si busco y busco y no los encuentro, entonces Dios me pregunta “¿Y qué contigo?”, “Clama tu a mí, búscame con verdadera sed, como el ciervo que brama por las corrientes de las aguas”… entonces entiendo que yo debo ser el que dé el primer paso, porque más que preocuparme del resto, debo partir por mí. ¿Darás tu el mismo paso?

 Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés


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