miércoles, 7 de diciembre de 2011

Sirviendo de verdad


Mirando al cielo



Sirviendo de verdad

"Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en 
rescate por muchos" (Marcos 10:45)

Hay algo que todos debemos aprender de Cristo: su capacidad de prestarse al servicio de otros. No estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse (Filipenses 2:6), ni siquiera pensó en la posición que produce una tremenda distancia entre un Rey Soberano y nosotros, simples plebeyos llenos de pecado. Su posición era infinitamente desigual, pudo haber adoptado una idea de clases y habernos mirado desde su hombro; pero no fue así. Estimó mucho mas venir a este mundo y morir por los pecadores (Romanos 5:8). Nos enseñó con ejemplo lo que es servir hasta que duela, hasta la muerte. No dio lo que le sobraba, el dio todo lo que tenia, todo lo que pudo hacer según sus fuerzas, todo lo que debía hacer según su ética y su moral. Y por tal sacrificio salvó a la humanidad del pecado y todo aquel que venga de corazón sincero a él (y solo a él) tendrá vida eterna.
Respetando las proporciones, nosotros los seres humanos debiéramos aprender del más grande de los maestros e imitad su ejemplo: ser buenos servidores. Si los líderes humanos pusieran siquiera esta idea en sus corazones, este mundo no sería desigual ni egoísta, no existirían las clases y las desigualdades extremas. El capitalismo seria una idea solo de avaros e impulsivos seres acaparadores de bienes materiales; el comunismo no sería más que una quimera de inconformes que no se contentan con lo que tienen, el socialismo no imperaría jamás con su revueltas, y todo porque los lideres gobernantes de este mundo tomarían el ejemplo del mejor servidor de todos: JESUCRISTO. Eso nos tendría contentos a todos. Pero la verdad es que estamos en una sociedad más desigual, injusta y que contempla más los bienes de unos pocos que de todos; y no hablo solamente en el plano material, también hablo de los derechos humanos, que algún sector los ha llevado a los derechos de los “criminales” en desmedro de las víctimas. Hay más derechos a los animales que a nuestros semejantes. No digo que no debiera haber ciertos derechos, pero también creo que se han llevado a planos desiguales, porque estamos en un mundo en el que cada uno vela por lo que cree y piensa sin importarle un comino si eso afecta o no al otro.
Bueno, cambiar el sistema con un simple artículo es también una quimera del porte de un buque. Pero sí me gustaría dejar constancia: que como pastor mi deber es ser yo primero ejemplo de servicio. Y  también invitarles y animarles a la oración por los que nos gobiernan en Loncoche, para que tengan verdaderas vocaciones de servicio y postulen a los cargos no por los réditos que se puedan obtener, sino por la tremenda posición para poder servir mejor. Que no sepamos más de aprovechamientos políticos, peleas partidistas, pensamientos ajenos a todo servicio, sino que sean los necesitados, los discriminados, los desorientados, los abandonados, todos los loncochenses, puestos en la mira de grandes servidores del Estado para prestar sus servicios. Y también pido a Dios, que todo aquel que haya sido beneficiado por algún servidor, sienta el mismo deseo de pagar con la misma moneda a otro semejante que necesite de su servicio ¡Qué gran cadena! Aprendamos del Gran Servidor Jesucristo. Bendiciones.

Pastor Marcelo Valdés

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